¡Los obispos apuestan por los jóvenes

Las entidades eclesiales y sociales de Malasia, Singapur y Brunei, unidas en una sola conferencia episcopal regional, son muy diferentes entre sí, aunque poseen varios puntos en común. Así, los obispos de los tres países del sudeste asiático, hablaron con una sola voz durante su visita ad limina a Roma, que les llevó, el pasado 5 de febrero, a encontrarse con los responsables del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Los prelados expresaron su gran satisfacción por el dinamismo y la generosa participación de los laicos en la vida de sus Iglesias y por el alto porcentaje de práctica religiosa entre los fieles. Asimismo, expresaron una gran preocupación -especialmente los obispos de Malasia y Brunei- por el proceso de islamización de la región que margina a los no musulmanes, incluyendo a los católicos. Del mismo modo, la Iglesia mucho más afortunada que peregrina en Singapur, cuyas leyes garantizan una amplia libertad religiosa, compartió las preocupaciones de las otras Iglesias hermanas sobre el progreso de la secularización y la indiferencia religiosa, que están generando una creciente falta de fervor entre los cristianos y una lenta pero progresiva erosión de los valores fundamentales de la sociedad como la familia, el matrimonio y el respeto a la vida humana. Según los obispos, el tamaño de las familias ha disminuido significativamente en los últimos años. Las generaciones más jóvenes tienen cada vez menos hijos, se casan cada vez menos y más tarde. El aborto se está extendiendo cada vez más, al igual que el divorcio...

Ante estos desafíos, ¡los obispos apuestan por los jóvenes! De hecho, en casi todas las diócesis se hace un esfuerzo considerable para prepararles adecuadamente en diferentes ámbitos, sobre todo al matrimonio. A pesar de la escasez de los recursos humanos y de los medios, se intenta interceptar su sed de espiritualidad con un mayor acompañamiento, para dar respuesta a sus inquietudes y malestares, relacionados sobre todo con el estudio, el trabajo, la emigración en busca de mejores condiciones de vida -ésta última, es la causa de muchas laceraciones sociales y emocionales y factor desestabilizador para la familia... Pero la Iglesia apuesta por los jóvenes, con los propios jóvenes, haciéndolos crecer en responsabilidad dentro de la Iglesia para que tomen las riendas de ella, y formándolos a la política como vocación para que no dejen a la sociedad sin la contribución luminosa de su fe, una sociedad que carece de luz…En este marco se sitúa la experiencia que se lleva a cabo en Malasia donde, en colaboración con el Movimiento Fondacio, envían cada año a algunos de sus jóvenes elegidos a Filipinas para una formación de liderazgo de 10 meses.